Sobre En Picada, Leo Marcazzolo y
Pamela Palma (editoras).
En Picada, libro que reúne diez
cuentos de algunos participantes del taller de escritura de Leo Marcazzolo, es
un libro compacto, que circula por los límites del realismo y cierto tipo de
escritura confesional. Los diez autores reunidos nos muestran un panorama
literario que destaca por su coherencia temática y eficacia a la hora de contar sus historias,
historias que muestran a personajes límites, con experiencias anómalas, con
tensiones existenciales que evidencian una lucha cotidiana contra sí mismos, o
contra la estructura social. Los personajes de estos cuentos caminan entre la
paranoia, el exceso y la muerte, el delito, la violencia y la tragedia. En este
sentido, son personajes que muestran la compleja psiquis humana, carcomida por
deseos impuestos, que nada importan para la vida contemplativa e interior.
Estos hombres y mujeres, en muchos casos, con sus vidas diezmadas por la
rutina, la cotidianeidad y el tedio, vienen a construir un bosquejo del hombre
contemporáneo, hombre que se asume en medio de una tensión archiconocida: el
individuo y el mundo.
Teniendo esto en cuenta, me
pregunto cuál es el valor de este arquetipo de personaje que decae, cuál es el
propósito de insistir en contar historias donde los hombres y mujeres circulan
por abismos incandescentes. Yo no lo tengo muy claro. Sin embargo, me atrevo a
pensar que el valor literario de estos personajes, más allá de tener un importe
puramente estético, tiene que ver con la manifestación de la crisis como elemento
esencial en la literatura, pues, donde no hay crisis, difícilmente puede haber
historia. Y aquí, me refiero no sólo a una historia literaria, más ligada a la
ficción, sino que, a la historia como estrategia para perpetuar la memoria
humana. La crisis, en este sentido, es el elemento constitutivo del hombre, que
entre otras cosas, invita a este a una constante reestructuración política de
su existencia. De modo que, sino hay crisis, si no hay personajes que viven
bajo dificultades constantes, no hay historia.
Y esto me lleva a pensar en otro
asunto no menor: los finales felices. A mi modo de ver, un final feliz, es la
cúspide de cierto tipo de relatos (más relacionados a la literatura infantil)
que en tanto fin de una narrativa, constituye el término del relato, por lo
tanto, el final de la historia. No hay nada que contar después de un final
feliz. Y esto no lo digo yo, sino que lo leí años atrás en una entrevista a un
escritor que ahora no recuerdo. Sin embargo, me parece fundamental. Porque, por
una parte, el mismo final feliz se compone de tensiones y conflictos que ponen
en duda esta felicidad, y por otra, porque este final feliz en el diario vivir
no existe. Porque al momento de su aparición, presenciamos su disolución en un
entramado de dificultades que en su interior más profundo están condicionadas
por la actividad política inherente en el hombre.
En este sentido, creo que, para
leer este libro, sería un buen ejercicio escuchar Crisis de Jaco Pastorius, un
tema vertiginoso, denso, oscuro, donde las tensiones armónicas no resuelven y
la energía desplegada en todos los instrumentos, no se detiene. Hay tensión
constante, una atmósfera que no libera ninguna energía resolutiva. En este
sentido, Crisis de Pastorius es una obra wagneriana, sin resoluciones,
apuntando a sostener la dureza a lo largo de toda la obra. ¿Y qué hay del libro
en cuestión? ¿Podemos decir que es una apología a la no resolución de las
tensiones existenciales de los personajes? Yo me aventuro a decir que sí. Y no
por simple comodidad o condescendencia para con los escritores de estos
cuentos, sino por una cuestión de persuasión. Puesto estoy convencido que por
más que las narrativas de este libro (por más que por sus mismas estructuras)
tengan un final, no hay tensión resuelta, sino que una manifestación de la
incomodidad de la existencia, una expansión de anomalías psíquicas y
conductuales que conforman a los personajes construidos en este libro, como
hijos o herederos de su propio tiempo. Un tiempo en donde no puede haber
resolución, política de la dominación a través de los acuerdos, sino,
conflicto, lucha y guerra. Como lo vemos a diario, como ha sido a través de
todos los tiempos.
Por Arch Enemy.
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